VIOLENCIA
Por:
Maurice Nicoll
P.-
¿La violencia engendra violencia?
Un
hombre no puede “hacer” a no ser que domine su violencia.
La
violencia siempre engendra violencia.
“Hacer
mediante la violencia es NO “hacer”.
Toda
la historia, que es una historia de crímenes, demuestra cómo la violencia no
puede “hacer” en el sentido de Trabajo.
La
guerra sigue a la guerra.
P.-
¿Cómo actúa el hombre consciente?
Hemos
dicho la última vez que el hombre consciente actúa SIN VIOLENCIA.
P.-
¿Qué es la violencia?
La
violencia es un estado emocional en toda la gente.
Tratar
de hacer las cosas con violencia, intentar imponerse a los otros, obligarlos,
insistir. Desde el punto de vista esotérico esto es inútil – nada puede hacerse
de este modo.
Un
hombre violento NO PUEDE HACER.
Aunque
un hombre tenga conocimiento, si no ha vencido la violencia en sí mismo, su
trabajo será equivocado.
P.-
¿Qué es no actuar con violencia?
Significa
la violencia sobre sí mismo.
No
actuar con violencia es violentarse a uno mismo.
Un
hombre, al observarse a sí miso y al comprender finalmente donde es violento –
en qué centro, en qué formas de comportamiento y todo el resto, debe
violentarse a sí mismo para vencer su violencia.
Violentarse
a sí mismo, hacer violencia sobre la propia violencia, exige el más alto
discernimiento de lo que uno es.
Porque
si trabaja conscientemente sobre sí mismo respecto de la propia violencia, se
percibe que sólo se puede alcanzar un nivel más alto, que sólo se puede
alcanzar a la montaña de que hemos hablado, MEDIANTE LA FUERZA, y toda FUERZA
solo se logra trabajando en contra de un rasgo en uno mismo
Así
el nivel más elevado de uno mismo, representado relativamente por un estado
psicológico de un mejor nivel que el propio estado mecánico, solo se logra
violentando ciertos “yoes”, ciertos hábitos de pensamiento, de sentimiento,
ciertas actitudes, retratos, etc.
Esto
nos otorga fuerza.
Una
vez Ouspensky dijo:
“Logrará
más fuerza trabajando sobre su rasgo principal”. Trabajar sobre una cosa
cualquiera en uno mismo que es un hábito y por eso mecánico procura
fuerza. Repare que EL REINO DE LOS CIELOS es tomado por la fuerza y
entienda que la fuerza se logra NO dejándose llevar por el sí mecánico.
Si
violento al Dr. Nicoll, lograré fuerza.
En
donde pondré esta fuerza pertenece a otra conversación, pero me limitaré a
decir aquí “A no ser que tenga un propósito, esforzarse trabajando contra un
lado habitual o mecánico de sí mismo no es bastante. Se debe trabajar sobre sí
mismo, negarse a sí mismo, de modo que LA FUERZA VAYA AL PROPIO PROPÓSITO.
P.-
¿Hay una etapa de desarrollo llamada amor al prójimo?
Si,
si hay una etapa de desarrollo llamada amor al prójimo.
Y
esto significa desechar una considerable cantidad de EGOÍSMO o
“amor de sí” encontrado.
P.-
¿A qué se llama “TEMPLO” dentro de nosotros mismos?
El
vínculo interior con El Trabajo, purificado del “amor de sí” o egoismo,
constituye El Templo dentro de nosotros mismos.
Mediante
El Templo existe la posibilidad de establecer una comunicación con un nivel
superior, pero no si está contaminado con el egoísmo o “amor de sí” y
sus intereses.
P.-
¿Cómo podemos crear la unidad en nosotros mismos?
Solo
podemos crear la unidad en nosotros mismos separándonos de los diferentes
“yoes” y viendo que no somos nosotros.
El
Trabajo pone especial énfasis en la clase de “yoes” de los cuales hay que
separarse y se refiere en especial a la emoción negativa en todas sus formas
sutiles, tales como la depresión, la desesperanza, el sentimiento de no ser
bueno ¿No comprenden que esas emociones negativas son en realidad “yoes” que
quieren arrastrarlo?
Por
lo tanto desde ese punto de vista tenemos en nosotros el cielo y el infierno.
Todo
lo que tiene que ver con las emociones negativas tiene que ver con el infierno.
P.-
¿Nuestra base descansa en la violencia?
La
violencia es un estado emocional común a toda la gente y es preciso reflexionar
sobre su significado.
La
gente no cree recurrir en última instancia a la violencia.
Empero,
basta contemplar lo que sucede ahora en la vida, y también en la historia.
¿Quién
es el hombre o la mujer que osaría decir que su base no descansa en la
violencia?
Tal
vez se hayan forjado bonitos retratos de ser encantadores.
Pues
bien, les aconsejo indagar más profundamente.
Y
aquí agregaría lo siguiente:
¿Cómo
es posible concebir una persona que no descansa en última instancia sobre la
violencia?
¿Un
hombre, una mujer, que nada hace caer en la violencia?
Reflexionemos
acerca de lo que podría ser un hombre consciente en la vida, prescindiendo de
lo que es un hombre mecánico altamente desarrollado.
Si
pensamos en un gran hombre, un hombre consciente tendemos a pensar en un
hombre-vida más amplio.
Sería
sencillamente un hombre más grande – un hombre mecánico más grande – un
gigante, por así decir.
Pero
esta es una idea muy equivocada de lo que sería un hombre consciente, porque un
hombre consciente es diferente del hombre mecánico.
No es
más grande, más fuerte, más rico, etc.
Es
una clase de hombre por completo diferente.
Es un
hombre que no se basa en la violencia.
Esto
es, es un hombre de otra clase, a quien no interesa ni afecta lo que interesa o
afecta al hombre mecánico.
De
hecho tal vez parezca un hombre muy común.
Empero
se lo puede despeinar, y no le dará importancia alguna, porque es pasivo a la
violencia.
La
violencia no lo gobierna – y así no hay cosa alguna en él de la cual agarrarse
– ni los celos, ni la envidia, ni el odio, y todo lo demás.
¿Por
qué?
Porque
es un hombre diferente de nosotros y su centro de gravedad no está fuera de él.
¿Es
entonces imperturbable?
Pues
bien, si en un terremoto su casa amenaza derrumbarse, es muy probable que huya
de ella.
Empero
no se basa en la violencia.
Por
consiguiente, en nuestro reducido nivel de comprensión del trabajo y de la
diferencia que hay entre el hombre mecánico y el hombre consciente, cabe
entender que el hombre consciente nunca actúa desde la violencia, y así, este
ejercicio de estudio de sí, nos permite observar la parte que la violencia
desempeña en nosotros y de ahí deducir si estamos o no próximos al círculo
consciente de la humanidad.
P.-
¿De dónde surge la violencia?
La
violencia siempre surge del sentimiento de superioridad, de ser mejores que los
otros.
P.-
¿La intolerancia es un signo de violencia?
Se es
siempre violento cuando se siente intolerancia por los otros de mala manera, si
se da por sentado que uno es mejor.
P.-
¿El “amor propio” se funda en qué?
El
“amor propio” se funda en el miedo.
El
“amor propio” se orienta exteriormente hacia lo que la gente piensa de uno.
Si la
gente nos adula, el “amor propio” se siente satisfecho; si no lo hace se siente
deprimido.
Teme
que le hieran su “amor propio” por no tener en sí ninguna base de verdad.
P.-
¿a qué incita el “amor propio”
El
“amor propio” incita a continuos antagonismos, a la guerra, a la violencia.
P.-
¿Qué nos conduce a la violencia?
Las
emociones negativas conducen a la violencia.
P.-
¿Tenemos que vencer al hombre violento?
Los
hombres y mujeres que son presas de los estados negativos empiezan, digamos, a
dejarse dominar por la auto conmiseración que lleva con el tiempo a una
reacción violenta contra los sucesos de la vida.
Así es
preciso comprender que en el fondo de las emociones negativas está la
violencia.
Y
puesto que el trabajo habla tanto de observar los estado negativos y no
identificarse con ellos cabe comprender que lo que dice en realidad es que
hemos de vencer al hombre violento, a la mujer violenta, en nosotros mismos.
¿Por
medio de qué nos acercamos a esa persona violenta que hay en nosotros?
Cada
uno de ustedes tiene en el fondo de sí mismo una persona violenta.
Para
acercarse a esa persona basta ser un poco negativo.
Se
empieza a sentir que no lo tratan bien a uno -¿y quién no lo hace?-.
Y
desde ese momento se encamina uno por un camino en el país psicológico que
conduce a los barrios bajos de la violencia.
Es
por eso por lo cual hemos de ser tan cuidadosos, si tratamos realmente de
practicar el trabajo, para prevenir que pronunciemos hasta la más pequeña
observación de naturaleza negativa.
P.-
¿Qué quiere el “amor de sí o egoísmo”?
El
Egoísmo o “amor de sí” siempre quiere estar en primera fila y suele ser muy
mezquino.
P.-
¿A qué se refiere la práctica de ausencia de resentimiento?
Noten
que no me refiero al resentimiento que no se muestra, sino a la práctica de la
ausencia de resentimiento, que es una cosa diferente.
Ocultar
cortésmente el resentimiento no cambia el “amor de sí” o egoísmo que le es
subyacente.
Lo
hace la práctica de la ausencia de resentimiento.
El
trabajo con todas sus enseñanzas, ideas, diagramas, busca transformar el “amor
de sí”
P.-
¿El “amor de sí” es el que siempre discute?
Claro
está que es el “amor de sí” quien siempre discute.
P.-
¿El “amor de sí” es sensible a los ataques?
¿No
han notado que el “amor de sí” es muy sensible a los ataques.
P.-
¿Cuáles son los dos aspectos del “amor de sí”?
El
Trabajo menciona dos gigantes que andan delante de nosotros y todo lo disponen
de antemano.
Son
el orgullo y la vanidad.
Estos
dos aspectos del “amor de sí” son muy sensibles a todo lo que puede deponerlos.
Es
estar al servicio de crueles señores.
En
este caso El Trabajo no puede andar delante de nosotros (como debiera ser en
todas las cosas) mientras la fuerza de estos dos gigantes, vacíos y estériles,
no disminuya.
Maurice
Nicoll
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