jueves, 22 de enero de 2015

HABITO

HÁBITO
Por: Ouspensky

Mientras un hombre está gobernado por un hábito determinado, no puede observarlo; pero desde su primer intento de combatirlo, por débil que éste sea, lo siente y repara en él.

Por eso, para observar y estudiar los hábitos es necesario tratar de luchar contra ellos.

Esto nos abre una vía práctica para la observación de sí.

Dije anteriormente que un hombre en un principio no podía cambiar nada en sí mismo, que sólo podía observar y constatar.

Es verdad.

Pero es igualmente cierto que un hombre no puede observar ni constatar nada, si no trata de luchar consigo mismo, es decir, contra sus hábitos.

Esta lucha no puede dar resultados inmediatos; no puede conducir a ningún cambio permanente o duradero.

Pero permite saber a qué atenerse.

Sin lucha un hombre no puede ver de qué está hecho.

La lucha contra los pequeños hábitos es muy difícil y fastidiosa, pero sin ella es imposible la observación de sí.

Desde su primera tentativa de estudiar su actividad motriz elemental, el hombre tropieza con sus hábitos.

Por ejemplo, puede querer estudiar sus movimientos, puede querer observar cómo camina.

Pero nunca lo logrará por más de un instante, si sigue funcionando de la manera habitual.

En cambio, si comprende que su manera de caminar está constituida por un cierto número de hábitos: pasos de cierta longitud, un cierto porte, etc., y si trata de cambiarlos, es decir caminar más o menos rápido, alargar más o menos el paso, será capaz de ver en sí mismo y estudiar sus movimientos mientras camina.

Si un hombre quiere observarse mientras escribe, debe tomar nota de la manera en que sostiene la pluma y tratar de tomarla de otro modo; entonces se hace posible la observación.

Para observarse un hombre debe tratar de no caminar de manera habitual, de sentarse en forma desacostumbrada, debe permanecer de pie cuando normalmente se sienta, sentarse cuando está acostumbrado a estar de pie, realizar con la mano izquierda los movimientos que acostumbra hacer con la mano derecha y viceversa.

Todo esto le permitirá observarse y estudiar los hábitos y asociaciones del centro motor.

Ouspensky





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