OBSERVAR LA
ANTIPATIA MECANICA
POR: OUSPENSKY
En los
recientes Comentarios el tópico principal fue el sellarse a la vida.
El Trabajo no
puede formarse en una persona si lo pone junto al camino de su vida.
La semilla del
Trabajo no crecerá si se la desparrama junto al camino, como se lo muestra
claramente en la parábola del Sembrador y la Semilla relatada por Cristo, en la
cual se dice que "el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte
de la semilla cayo junto al camino, y vino el diablo y la comió". El
diablo, por supuesto, es la vida ordinaria y el mundo de los sentidos, y así
nuestro lado mecánico exterior que esta ocupado con todas las cuitas y
ansiedades de la vida.
Hasta ahora
hemos comprendido que es preciso PROTEGER al Trabajo en nosotros de los efectos
exteriores y que debe PENETRAR gradualmente más adentro hasta que por fin se
ponga en contacto con los Centros Superiores.
En una reciente
reunión hemos hablado sobre este particular y sobre las cosas que nos ayudan a
aislarnos de las influencias exteriores de la vida.
Todo cuanto
enseña el Trabajo tiene cabida aquí.
Hemos dicho
primero que el conocimiento de nuestro Ser nos ayuda porque ya no confiamos más
en nosotros mismos ni tampoco nos damos por supuestos o vivimos en la
superficie de nosotros mismos sino que ya comprendemos que somos muchos y en
nosotros hay "Yoes" muy peligrosos de los cuales es preciso
apartarse.
El segundo
punto trataba de la necesidad de practicar la no identificación.
Luego hablamos de
la importancia del recuerdo de si en medio de la vida y mediante esta acción
sentir la diferencia entre la vida y uno mismo.
El Recuerdo de
Si es, claro esta, la cosa suprema que es preciso emplear.
Y finalmente
hemos dicho que cuan necesario era detener la consideración interior, que
siempre surge de situaciones de vida y nos mantiene en los "Yoes"
mecánicos, incapaces de comprender el Trabajo y que solo lo destruirán. Es
evidente que no hemos de crear asi un lugar especial para recibir las ideas del
Trabajo.
Esta noche
agregare uno o dos comentarios sobre este particular y sobre la necesidad de
sellar en nosotros mismos un lugar para apartarlo de la vida.
Mencionare
primero la simpatía y la antipatía mecánicas.
Si una persona
tiene antipatías muy fuertes solo reforzara su Personalidad.
Cuando se
refuerza la Personalidad uno no se sella a la vida sino que acrecienta su
vulnerabilidad a la vida.
Algunas
personas admiran sus fuertes antipatías y prejuicios, pero esto es un error.
Reflexionemos un
instante sobre lo que es el fin último que hemos de alcanzar.
Antes que un
hombre pueda renacer, el Trabajo enseña, es preciso que se de cuenta de su nadidad.
Una persona que
tiene muy fuertes antipatías y las justifica no entiende por cierto su propia nadidad.
Siente
demasiado que es algo.
Conviene
trabajar sobre las antipatías mecánicas.
Pero ante todo
es preciso tener la capacidad de observarlas.
Este es siempre
el punto de partida.
Si un hombre
pudiera sentir realmente su nadidad se movería interiormente hacia el lo real y
en verdad ya no estaría tan lleno de antipatías mecánicas.
Un fuerte
sentimiento de antipatía fortalece simplemente nuestra Personalidad mecánica.
Nos dicen, de
hecho, de gustar de lo que ahora nos disgusta, porque esto es aceptar, y toda
aceptación significa renunciar al sufrimiento inútil.
Si se persiste
en no gustar de algo y se lo justifica y se hace un sinfín de cargos internos a
este respecto, es aumentar simplemente el sufrimiento mecánico y dilapidar la fuerza
y detener el desarrollo de la comprensión.
Una de las
maneras que conduce a sentir sinceramente la propia nadidad es tratar de gustar
de lo que disgusta.
Vivir en una
antipatía mecánica es vivir mecánicamente y en este caso el ser sigue siendo exactamente
el mismo y por lo tanto se atraen exactamente los mismos eventos.
O conviene
decirse a si mismo: "¿A qué se asemeja mi ser en lo que respecta a la
antipatía?"
Esta es una
manera práctica de discernir parcialmente la calidad del ser.
Se tiene un
hombre, por ejemplo, que pone REPAROS a casi todas las cosas, a quien casi
todas las personas disgustan.
Esto tiene su
origen en su nivel de ser.
La vida para él
suele ser muy difícil pero no lo relaciona con el estado de su ser.
LA COMPRENSIÓN
DE LA PROPIA NADIDAD………
No ve que, mientras
todas esas antipatías y prejuicios y actitudes mezquinas existen en él, su ser
no puede mudar, y por cierto tal hombre nunca podrá acercarse al punto llamado
en el Trabajo la comprensión de la propia nadidad.
Tal hombre
pensara probablemente que todos le tienen antipatía y que si pudiera ir a otro
ambiente y empezar todo de nuevo las cosas serian diferentes, pero en realidad
su ser atraería en seguida las mismas situaciones y al cabo de poco tiempo de
sentir entusiasmo por las nuevas gentes que conoce, hallaría las mismas
dificultades.
Por esta razón
es importante trabajar sobre las antipatías, en especial sobre las más fuertes,
que solo aumentan el poder de la Personalidad y por medio de ello el poder que
la vida tiene sobre nosotros.
Entonces se
presenta la cuestión de sellarse a los efectos de la vida, porque las fuertes
antipatías lo conectan continuamente con la vida, a cada momento.
No habrá en tal
hombre un ROMPEOLAS y por cierto ningún DIQUE.
Al observar sus
antipatías, empiece con las más fuertes, haga una lista de ellas y anótelas.
Luego dígase a
si mismo:
"¿Cómo es
eso que esa persona o esa nación me disgusta?"
Ahora bien, les
diré lo que tienen que hacer con sus más fuertes antipatías, una vez que las
han observado.
Existen dos
cosas, la ironía y el humor.
Solo agregare
que es preciso observarse con ironía y divertirse con los prejuicios.
Ahora recordara
que debemos vivir más conscientemente en la vida.
Todo el Cuarto
Camino no se funda en la fe, ni en la esperanza, ni en el amor, sino en el
aumento de conciencia.
Fe, esperanza y
amor, que en el pasado fueron la base de las tres mayores religiones, no se
excluyen, aunque en el Cuarto Camino se hace hincapié en el aumento de
conciencia, y debido a ello el Cuarto Camino comienza con la observación de si,
cuyo objeto es hacernos conscientes de nosotros mismos, de lo que somos —a
saber, hacer que tengamos un verdadero conocimiento impersonal de nuestro Ser.
Si un hombre
tiene fuertes antipatías mecánicas y es controlado por ellas, dicho hombre no
vive conscientemente.
Por el
contrario, vive mecánicamente.
Pero si un
hombre se observa a si mismo y llega a percibir sus fuertes antipatías
mecánicas y los prejuicios y actitudes que las respaldan, y empieza a luchar
consigo mismo y se niega dejarse arrastrar por ellas sumergido en un estado de
completa identificación, desbroza el terreno en su propio ser e intenta vivir
más conscientemente.
Un instante o
dos de comportamiento consciente en medio de la vida puede aportar un acrecentamiento
de fuerza cotidiano y hasta cierto punto modificar las cosas.
Podemos
trabajar unos breves instantes cada día de un modo genuino.
Como lo dije
repetidas veces, no podemos trabajar continuamente porque no tenemos suficiente
fuerza de conciencia.
Pero cada
momento de comportamiento más consciente en el que se ve con claridad como el
comportamiento podría haber sido mecánico acrecienta gradualmente la fuerza de
la conciencia en uno mismo.
El resultado
tal vez no sea visible por el momento, pero se evidenciara gradualmente —esto
es, se observara en forma gradual que algunas reacciones mecánicas, algunos
pensamientos mecánicos, que antes nos mantenían encadenados, pierden cada vez
más su poderío sobre uno mismo y debido a ello se produce un cambio en el
sentimiento de lo que se es.
Tal vez se
imagine que era una persona más fuerte pero esta equivocado porque su fuerza
deriva de reacciones mecánicas.
Creía que su
violencia era su fuerza.
La violencia en
el Trabajo es siempre debilidad.
Y entonces
percibe lo que significa entender la propia nadidad.
Es esta
comprensión de la propia nadidad lo que atrae al nuevo Ser.
Pero no se
puede inventar este sentimiento.
Es inútil decir
que no se es nada porque tales frases ocultan un gran retrato y así
pertenecen a la Falsa Personalidad.
Se lo siente
pero no se lo dice.
Nadie habla de
sus verdaderos sentimientos.
Cuando se
comienza a tener vestigios del sentimientosde la propia nadidad y disgusto por
la propia anterioridad, se halla uno más flexible y por lo tanto más capaz —de
hecho, se siente uno aliviado—.
¿Aliviado de
qué? En mi caso, me siento aliviado de Nicoll.
Como dije, una fuerte
Personalidad es siempre un signo de debilidad en el sentido del Trabajo.
Cuando un
hombre no puede separar a si mismo de si mismo debido a su fuerte sistema
mecánico de simpatías y antipatías, de creer que tiene razón y que los otros
están equivocados, es un hombre débil en el sentido del Trabajo.
Dicho hombre no
puede cambiar —no puede sellarse a la vida— es decir, aislarse de si mismo, y
por eso el Trabajo nunca encuentra un suelo apropiado.
La semilla del
Trabajo será arrojada junto al camino y así sus centros mecánicos, “el diablo”,
vendrán y se apoderaran de ella.
En general, la
Personalidad es “el diablo”.
El suelo
apropiado es el que esta tras la Personalidad, esa comprensión más interior que
no sufre la influencia en todo momento de los fluctuantes aconteceres de la
vida y de las respuestas mecánicas de la Personalidad a tales aconteceres.
Permítanme
recordarles qué es la observación de si, porque sin observación de si el
sellarse no puede tener lugar.
El hombre esta
compuesto de muchos "Yoes" entre los cuales esta el "Yo"
Observante.
Todos esos
"Yoes" miran una pieza que se representa en el escenario: la pieza
representa la vida.
Esta es la
situación del Hombre dormido.
Cuando un
hombre empieza a observarse a si mismo, el "Yo" Observante da la
espalda a la escena y mira al auditorio y observa como cada persona reacciona.
Algunos de esos
"Yoes" tal vez se las pasan dando brincos y amenazando la escena con
el puño, mientras que otros la contemplan absortos y otros más roncan, y así el
resto.
El
"Yo" Observante nota todas esas diferentes reacciones del auditorio.
Esta es la observación de si.
Ouspensky
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