miércoles, 21 de enero de 2015

ORGULLO Y VANIDAD

GNOSIS
ORGULLO Y VANIDAD
Por: samael aun weor

Si alguien nos aluda, nos alaba, ¿cómo transformaríamos la vanidad que tal o cual adulador podría provocar en nosotros?

Obviamente las alabanzas, las adulaciones, no son más que impresiones que llegan a la mente y ésta reacciona en forma de vanidad.

Pero si se transforman esas impresiones la vanidad se hace imposible.

¿Cómo se transformarían pues, las palabras de un adulador? …mediante la comprensión.

Cuando uno comprende realmente que no es más que una infinitesimal criatura en un rincón del universo, de hecho transforma por sí mismo tales impresiones de alabanza, de lisonja, en algo distinto.

Convierte a tales impresiones en lo que son; polvo, polvareda cósmica.

Porque comprende su propia posición.

Sabemos que nuestro planeta tierra es un grano de arena en el espacio.

Pensemos que en la galaxia en que vivimos, compuesta por millones de mundos, ¿qué es la tierra? Es una partícula de polvo en el infinito y nosotros, dijéramos, somos unos micro-organismos dentro de esa partícula. ¿Entonces qué?

Si nosotros comprendiéramos esto cuando nos adulan, haríamos una transformación de las impresiones que se relacionan con la lisonja y la adulación o alabanza, y no reaccionaríamos como resultado en forma de orgullo, ¿verdad? tanto más reflexionemos en esto, vemos más y más la necesidad de una transformación completa de las impresiones.

Todo lo que vemos externo es interior.

Si no trabajamos con lo interior vamos por el camino del error, porque no modificamos entonces nuestros hábitos.

Si queremos ser distintos necesitamos transformarnos íntegramente.

Y si queremos transformarnos, debemos empezar por transformar las impresiones animales, bestiales, en elementos de la devoción.

samael aun weor


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