LOS YOES
Por:
samael aun weor
Cada “yo”
es como una persona dentro de nosotros, ira, codicia, lujuria, orgullo,
envidia, pereza, gula, etc.
Cada agregado psíquico es como una persona
dentro de nosotros.
No hay
duda de que esos agregados poseen los tres cerebros: el intelectual, el
emocional y el motor-instintivo-sexual; es decir, cada “yo” o agregado, que es
lo mismo, entre paréntesis, es una persona completa.
Cada
“yo”, cada agregado, tiene su criterio propio individual, tiene sus ideas, sus
conceptos, sus deseos, realiza determinados actos.
Llega
cada agregado a gozar de cierta autonomía.
Mirada la
cosa desde este ángulo, estudiada a fondo, llegaremos a la conclusión lógica e
inevitable que dentro de nuestra persona habitan muchas personas.
Lo más
grave es que todas éstas riñen entre sí, se pelean por la supremacía, cada cual
quiere ser el amo, el señor.
¿A qué se
parecería nuestra casa interior?
Yo diría
a una horripilante mansión en donde hubiera muchos criados y cada cual se sintiera
señor.
Es claro,
mirada tal casa a la luz de estos razonamientos, resulta espantosa e insólita.
Lo
curioso del caso son precisamente los conceptos que se forjan cada uno de los
señores de la casa.
El Ego es
tiempo, los “yoes” personifican al tiempo, son nuestros propios defectos,
nuestros propios errores contenidos en el reloj del tiempo, son el polvo de los
siglos en el fondo mismo de nuestra psiquis.
Cuando
uno conoce la didáctica precisa para la disolución de esos elementos
indeseables que llevamos dentro, consigue insólitos progresos.
Si
comprendiera que lo que tiene en su personalidad no es propio sino ajeno, que
sus ideas no son propias sino que las leyó en tal o cual libro y que está lleno
de terribles lacras morales.
Pensando
en voz alta, para compartir con ustedes diremos que en tanto no vaya uno
disolviendo las formas de la fantasía, permanecerá muy lejos del ser.
Conforme
uno desintegre todas las formas de la fantasía, el ser se irá manifestando más
y más en sí mismo.
Cuando
uno ahonda en lo que es la vida, el mundo, descubre que francamente no ha visto
el mundo como es verdaderamente, lo ha visto a través de las formas de la
fantasía, nada más.
Imaginación mecánica, cuán grave es.
samael
aun weor
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