ENVIDIA
Por: Maurice Nicoll
Hablaremos hoy de las diferentes clases de emociones negativas.
Se ha dicho varias veces que el objeto del Trabajo es despertar el Centro
Emocional.
También se ha dicho que, debido a que el Centro Emocional no trabaja
propiamente, no nos da verdaderas emociones.
Está sobrecargado por haber imitado las emociones negativas de los otros y
por las que surgen de la Falsa Personalidad.
El Sr. Ouspensky dijo hace algunos años:
"No conocemos las verdaderas emociones.
Nuestro Centro Emocional está alimentado con papel moneda, novelas, filmes,
etc.".
Debido en especial al trabajo realizado por Ouspensky en conexión con la
enseñanza recibida de Gurdjeff, se le dio tanta importancia al estudio de la
parte negativa del Centro Emocional.
En otras palabras, debido al trabajo que efectuó sobre esta parte del
sistema, el estudio de las emociones negativas paso a ocupar un lugar de
privilegio.
Ahora bien, Gurdjeff enseñó que la maquina humana es capaz de realizar
grandes experiencias, mucho más allá de las que conocemos corrientemente.
Si todos los centros estuvieran despiertos y realizaran un trabajo
correcto, de cierto no nos reconoceríamos.
Tal como somos, llevamos una vida endeble y carente de sentido día tras
día, porque nuestro aparato para la vida está en tan mal estado.
Ouspensky hizo hincapié sobre el hecho que esta situación se debía al mal
estado de nuestro Centro Emocional.
Esta anegado por diversas clases de emociones negativas.
Por esta razón interesa escoger de la antigua literatura esotérica algunas
de las cosas que fueron escritas acerca de las emociones negativas y descubrir
qué emociones negativas fueron especialmente mencionadas por la necesidad de
trabajar contra ellas, de modo que el Centro Emocional pudiera ser purificado.
Es preciso comprender ante todo que la purificación del Centro Emocional
tiene que ver con las Emociones Negativas.
No hay que mezclar la idea de la pureza del Centro Emocional con la pureza
tal como se la entiende en el sentido moral.
La gente cree que las emociones impuras siempre se refieren a los
pensamientos sexuales y que las emociones puras consisten en nunca tener esos
pensamientos.
Ahora bien, antes de citar algunos párrafos de Ouspensky diré que una de
las emociones más impuras es LA ENVIDIA.
Volveremos en breve a este punto.
El Sr. Ouspensky dice (en Tertiun Organum):
"Existe una división da la emoción en pura e impura.
Todos los sabemos, todos empleamos esas palabras, pero no comprendemos gran
cosa de lo que significan.
En rigor, ¿qué significan 'puro' o 'impuro' con referencia al sentimiento?
...
Solo el análisis de las emociones desde el punto de vista del conocimiento
puede darnos una clave de ello...
Las emociones impuras nos dan un conocimiento OSCURO, no puro, así como un
cristal impuro nos da una imagen confusa.
La emoción pura da una imagen CLARA, pura de aquello para cuyo conocimiento
se la destinó.
Esta es la única decisión posible de la cuestión.
Llegar a esa conclusión nos salva del común error de los moralistas que
dividen arbitrariamente todas las emociones en 'morales' e 'inmorales'.
Pero si intentamos un instante separar las emociones de sus acostumbrados
marcos morales, vemos entonces que la cuestión es considerablemente más
sencilla, que las emociones no son puras por su naturaleza, ni tampoco que son
impuras por su naturaleza, sino que cada emoción será pura o impura segun se le
incorpore o no otras emociones.
Puede haber una SENSUALIDAD PURA, la sensualidad del Cantar de los
Cantares, que nos inicia en la sensación de la vida cósmica y nos da el poder
de oír latir el pulso de la naturaleza.
Y puede haber una sensualidad impura mezclada con otras emociones malas o
buenas desde un punto de vista moral pero que convierten igualmente en fango el
sentimiento fundamental.
Puede haber SIMPATÍA PURA, y puede haber simpatía mezclada con cálculo para
recibir algo en cambio de nuestra simpatía.
Puede haber puro amor al conocimiento, sed de conocimiento en la que las
consideraciones de utilidad o de provecho asumen la principal importancia".
Todas las emociones negativas son impuras en el sentido del Trabajo.
Deforman.
Todos nosotros deberíamos saber ya lo que significa llegar a ser negativo.
Se lo conoce por el sabor interior.
De repente uno se siente por completo diferente.
¿Por qué se siente uno de súbito por completo diferente?
Me refiero desde luego a aquellos que gozan de alguna observación de si
interna.
Tales personas saben que les ha sucedido algo dentro de sí.
¿Qué les ha sucedido?
De pronto se han vuelto negativas.
Hemos hablado recientemente sobre este particular, creo que en el último
comentario, refiriéndonos a un hombre que se levanta de la mesa por haber sido
llamado por teléfono y vuelve a sentarse completamente cambiado.
Lo importante es que basta un pensamiento desagradable al que se le permite
tener poder sobre uno puede hacer que en las más placenteras circunstancias se
vuelva uno negativo por haberse identificado con dicho pensamiento.
Todo, por así decir, cae en uno.
Ahora bien, si una persona esta tan indefensa interiormente pese al amparo
del Trabajo, si es a tal punto una función de vida, si toda mi vida interior
depende de los sucesos externos y del modo en que es tratada por la gente,
entonces en verdad dicha persona carece de individualidad.
Nada tiene en sí misma que pueda mantenerla apartada de la vida externa y
de la forma en que esta se comporta hacia ella —nada tiene en ella con lo cual
resistir a la vida.
Ahora bien, si tuviera en ella al Yo Real —esto es, si llegara a ser
consciente, y el Yo Real fuera el Amo en ella— lo que sucede en la vida externa
poco podría afectarla, porque tendría en sí misma su centro de gravedad.
Sabemos que cuando somos negativos vemos todo de una cierta manera, desde
cierto ángulo, digamos, como dominados por EL RECELO.
Sabemos que nos ata como un hechizo, que no podemos creer lo que recordamos
vagamente haber creído poco antes, como si todo hubiera sufrido de pronto una
inversión.
Esta brujería, este poder que ata como un hechizo y pertenece a las
emociones negativas, no puede ser detenido al instante.
Es preciso empezar con las emociones negativas más ligeras y separarse de
ellas —NO DEJARSE LLEVAR POR ELLAS.
Puesto que en nosotros mismos no tenemos un verdadero centro de gravedad y
puesto que nuestra denominada vida consciente es una manifestación del
desplazamiento de diferentes "Yoes", hemos de comprender hasta qué
punto es preciso mantenerse despierto para poder trabajar sobre el Centro
Emocional, EN ESPECIAL CUANDO SE TIENE ALGÚN PLACER EN SER NEGATIVO.
Si se pudiera eliminar todas las emociones negativas de la mayoría de la
gente, no les quedaría fuente alguna de “felicidad”
El Trabajo dice que debemos renunciar al sufrimiento inútil —esto es,
nuestras emociones negativas.
¿Y ha renunciado usted a toda huella de ellas?
Las emociones negativas son causa de nuestro sufrimiento y con todo las
gozamos.
Ahora bien, hacer una lista de las emociones negativas nos ayuda a
observarlas.
Es lo que hay que hacer.
Mencionare tan solo unas pocas.
Mencionare LA ENVIDIA.
Interesa tratar de definir que es la Envidia.
Jenofonte, hablando de Sócrates, dijo que "considerando lo que es la
Envidia, decidió que era algún desasosiego, no como el que surge por el mal
éxito de los amigos, ni tampoco el que se siente por el buen éxito de los
enemigos, pero solo dijo que eran envidiosos los que se sentían FASTIDIADOS POR
EL BUEN ÉXITO DE SUS AMIGOS".
Recordaran que hemos citado recientemente el parecer de Píndaro sobre la
Envidia, phthónos, "la peor de todas las bajezas que deforman al
Hombre", siendo el deseo de despreciar la excelencia la parte más mezquina
de su naturaleza.
Bacón, en su Historia Natural dice:
"La Envidia emite algún espíritu maligno y ponzoñoso que se apodera
del espíritu de otro y es asimismo de mayor fuerza cuando la hechura del ojo es
oblicua", lo cual está de acuerdo con lo que dice el Eclesiástico:
"El hombre envidioso tiene el ojo malvado (XIV. 8-10). (Es interesante
destacar que el origen latino de la palabra, "envidia", significa
literalmente "una mirada de mala voluntad".)
Pablo habla de otras emociones negativas, tal como las enemistades, las
peleas, los celos, la ira, etc., pero la impetración final a los Gálatas es:
"No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos una a otros, envidiándonos
unos a otros", (Y. 26).
Asimismo, en el Antiguo Testamento, en Proverbios, el mayor poder es
atribuido a la envidia:
"Cruel es la ira, e impetuoso el furor; más ¿quién podrá sostenerse
delante de la envidia?",
(XXVII.4.5)
Maurice Nicoll
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