EL
RESENTIMIENTO
Por:
Maurice Nicoll
Cuando,
debido a una observación casual, o a la manera en que es tratado, siente surgir
el resentimiento, es el momento en que empieza en usted el clamor.
Esta
es una situación común y que ocurre todos los días.
La población
de la Tierra cuenta con cerca de seis mil millones de seres humanos —esto es,
seis mil millones de personas sienten resentimiento al mismo tiempo que usted.
Observemos
esta situación con tanta calma como nos sea posible.
¿Qué
es ese clamor, esa charla interior, que se produce en nosotros?
Son
los diferentes "Yoes" que están hablando.
Si no
comprende en la práctica que hay diferentes "Yoes" en usted y que no
somos uno sino muchos, entonces tal ocasión nos ofrece una buena oportunidad de
ver la conexión existente entre lo que enseña el Trabajo y la naturaleza de
nuestro ser.
Dice
que nuestro ser psicológico se caracteriza por la falta de unidad.
No es
un "Yo" sino muchos "Yoes" antagónicos.
Es
una multiplicidad desconectada.
Es
una legión.
No es
una unidad integrada como lo es nuestro ser físico.
Todas
las diferentes partes de nuestro cuerpo físico actúan al unísono, como un solo
organismo.
Eso
nos fue dado.
Pero
no nos fue dada una unidad correspondiente en lo que respecta al ser psicológico.
Y
esto es lo que puede lograr el Trabajo.
Ahora
bien, si puede abstenerse de tomar partido con cualquiera de las voces que
empiezan a charlar cuando usted está en un estado de resentimiento, será capaz
de observar los diferentes "Yoes" que actúan.
Hay
algunos "Yoes" extremados que están obrando, que tal vez empleen
imágenes en lugar de palabras y le hacen ver que usted está estrangulando a su
enemigo y lo entierra secretamente, y cosas parecidas.
Tan
rápida es la venganza que usted no puede detenerla.
Se
abalanza sobre usted de la manera más fastidiosa.
Pero
lo que puede hacer es no mezclar su voluntad con ello —esto es, no
identificarse con ello.
Otros
"Yoes" son menos extremados pero más sutiles.
Esos
"Yoes" sugieren diversos ardides para provocar la caída del enemigo
que lo ha insultado.
Pues
bien, ha observado usted esos "Yoes" arteros?
Pero
reflexione, no hay necesidad alguna de dejarse llevar por ellos —esto es, no
hay necesidad alguna de que se identifique con ellos, porque si lo hace tendrán
poder sobre usted.
Es
decir, usted se pone bajo su influencia.
Este
es el punto más importante.
Cuando
el Trabajo dice que nos podemos poner bajo diferentes influencias, en realidad
quiere decir dos cosas.
Una
se refiere a las Influencias A, B, y C; la otra se refiere a las influencias de
los diferentes "Yoes" en nosotros mismos.
Se
puede, por ejemplo, ponerse bajo las influencias de las ideas del Trabajo, que
proviene de las influencias C —esto es, las influencias conscientes.
O se
puede poner bajo las influencias de vida— esto es, las influencias A, las
influencias que tienen que ver con el dinero, la posición y el poder.
Pero
hablamos aquí de ponernos bajo las influencias de los diferentes
"Yoes" en uno mismo.
Ahora
bien, una persona que está llena de resentimiento, y cree en ello, se pone bajo
los "Yoes" negativos.
El
Trabajo dice que las emociones negativas poseen el poder de proseguir y seguir
prosiguiendo por sí mismas.
De
hecho, si mediante la auto-observación halla que algunos sentimientos y
pensamientos de resentimiento prosiguen y siguen prosiguiendo en usted,
entonces puede tener la seguridad de estar sufriendo una emoción negativa —una
enfermedad peligrosa.
Esto
terminara por devorar todo lo que hay de bueno y sano en usted, como una
tifoidea, si le permite continuar sin traba alguna.
Se
asemeja mucho a una llaga crónica, un absceso que supura, para el cual,
infortunadamente, no hay penicilina alguna.
Sin
embargo, las emociones negativas nos producen un sentimiento de placer porque
nos dan cierto sentido equivocado de poder.
ESTO
ES HACEN QUE NOS SEA POSIBLE DESTRUIR LA FELICIDAD DE LOS OTROS CON UNA SIMPLE
OBSERVACIÓN, UN PINCHAZO.
Claro
está, esto también destruye poder de felicidad —quiero decir, cualquier
felicidad verdadera.
La
felicidad de herir a los otros no es felicidad porque no procura paz interior.
Ahora
bien, todos conocemos el poder de una observación desagradable cuando la gente
es feliz y está gozando.
Una
observación amarga hace todo pedazos.
Y la
persona que la hace lo sabe.
Todo
esto pertenece al estudio del poder de la negatividad cuando una persona se
pone bajo la influencia de los "Yoes" negativos.
¿Han
captado el significado de lo que se ha dicho?
¿Han
observado de qué modo las emociones negativas actúan de una sola manera
—únicamente para destruir— y cuan atractivas son por esta razón?
El
Trabajo dice que la Humanidad no está gobernada por el sexo ni por el poder
sino por las emociones negativas.
A
modo de comentario diré que la gente abraza las emociones negativas porque
otorgan tanto poder de mal.
Pero
aquí es necesario reflexionar profundamente para desenredar los diversos
aspectos de la cuestión.
Ahora
bien, el hacer cargos internos —esto es, acumular fuentes de amargura y
venganza— no conducirá a lugar alguno salvo al acrecentamiento de los estados
negativos.
Pero
esto es lo que el Trabajo nos enseña a no hacer, por eso hemos de reflexionar a
la luz del Trabajo porque es indeseable, inoportuno, o, agregare,
inconveniente, inapropiado, impropio, hacer la cuenta interior diaria de lo que
la gente nos debe.
Porque
esto amontona el combustible para el resentimiento, y nadie puede alcanzar un
nivel superior de si entregándose a dicha conducta.
Si
aborrece a los otros, no está y no puede estar a la luz del Trabajo.
Esto
es, usted no puede estar bajo la influencia del Trabajo.
¿Por
qué?
Porque
está bajo la influencia de los "Yoes" negativos, de la parte negativa
del Centro Emocional, de la cual ningún crecimiento es posible excepto un crecimiento
de mal cada vez mayor y emociones negativas.
Así,
al estudiar tan objetivamente como sea posible, un estado de resentimiento en
uno mismo, se puede aprender mucho acerca de los diferentes "Yoes" y
sus influencias.
Ahora
bien, hay, entre varios otros, un remedio.
Considerar
externamente a la otra persona —esto es, ponerse en la posición de la mujer,
del hombre, que lo han tratado de tal manera como para dar origen al
resentimiento.
Es
decir, trate de verse como los otros lo ven.
…“Usted,
por supuesto, es perfecto”…
Al
parecer los otros no piensan así.
Si
usted lo cree, le sorprenderá que los otros no lo consideren.
Ante
todo, recuerde que seis mil millones de personas están sintiendo resentimiento
en este mismo momento.
Este
pensamiento tal vez le quite todo el placer de sentirse negativo, pronto a
vengarse y de tener cierta importancia como el portador de observaciones
dañosas y punzantes —y en verdad lo hace sentir que no es nadie sino un hombre
muy común y de este modo sin valor alguno en el Trabajo.
Maurice
Nicoll
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